Acerca de mí
Nací en Granada en 1.974. Cuando tenía ocho años, una de mis hermanas falleció víctima de un osteosarcoma. Puede que esta triste experiencia me encaminase a elegir la enfermería como profesión y dedicación de futuro.
En 1997 me gradué como enfermera en la Universidad de Salamanca con matrícula de honor. ¡Me encanta estudiar!
Mi primera etapa
Mi primera etapa profesional estuvo centrada en medicina ortodoxa. Unas bases sólidas en fisiopatologia fueron el mejor cimiento para mi formación y me siguen siendo tremendamente útiles. Trabajé por hospitales y centros de salud de todo el país, en medios rurales, servicios de urgencia, medicina interna...quizás los servicios más duros y complejos, lo que me obligó a formarme en todas las disciplinas. Pude comprobar en la práctica como “el cuerpo” es una máquina maravillosa, constituida por billones de células en continua comunicación y cambio.
Mi segunda etapa
Siendo ya consciente de cuan complejo y casi mágico es el funcionamiento del cuerpo llegó mi segunda etapa profesional, en la que establecí como objetivo de estudio “la mente y las emociones” y como estas influyen en el cuerpo físico. Psicofisiologia, neurociencia, medicinas tradicionales, filosofia... No era la formación convencional para una enfermera, pero tampoco yo he sido nunca una enfermera convencional.
Mi trabajo asistencial y mi vida personal, me fueron brindando multitud de oportunidades donde desarrollar todos los conocimientos adquiridos. Trabajar en servicios especializados donde los individuos sufren graves traumas con enormes cargas emocionales fueron los revulsivos que consagraron mi compromiso profesional. En este tiempo también me dediqué a divulgar todo lo aprendido mediante publicaciones, cursos y conferencias.
Mi tercera etapa
Ahora, en esta tercera etapa, el quid de la cuestión: “la conciencia”.
El puzzle conformado por cuerpo y mente, se vuelve tridimensional dejando un espacio para el estudio de eso que llamamos conciencia. Estudiar y trabajar en estos términos está siendo muy esperanzador y tremendamente satisfactorio.
Un proyecto nuevo, lleno de posibilidades para sacarle todo el partido a nuestras capacidades innatas, donde el único camino posible es hacia delante, con fuerza, esperanza y más sabiduría.
Ya es posible ser suprahumanos, ya es posible ver con los ojos cerrados.